El reto era enorme. En el 2003 una Selección Juvenil dirigida por Reinaldo Rueda, sin mayor favoritismo ni expectativa, había logrado un histórico tercer lugar en el Mundial de la categoría, alcanzando el puesto más alto en una competición Fifa para un combinado nacional. Por eso el equipo que debutaría en enero de ese 2005 en el también llamado “Juventud de América” tenía una presión extra.
Además, el campeonato se iba a disputar en Armenia, Pereira y Manizales, por lo que el cuadro que para ese momento dirigía Eduardo Lara tenía también que responder por el orgullo local, cosa que no se veía nada fácil dada la lista de estrellas que tenían los rivales: Argentina venía con un jovencito que empezaba a ser la sensación del Barcelona español y que respondía al nombre de Lionel Messi, que además tenía como socios a Hernán Peirone, Pablo Barrientos y Mauro Boselli; Brasil tenía a Rafael Sobis, Fernandinho y Filipe Luis; Uruguay a Cristian Rodríguez y Juan Albín, y Chile venía bajo la batuta de la sensación de Colo Colo, Matías Fernández.
Para complicar las cosas, en el primer partido, ante la supuestamente fácil Bolivia, el primer tiempo había dejado dudas. Si bien un gol tempranero de Juan Carlos Toja le daba la victoria parcial a Colombia, el juego estaba enredado, la Selección no parecía tener pegada y la pierna fuerte era la regla. Lara decidió hacer una apuesta para la segunda parte: sacó a Falcao García para poner a Hugo Rodallega… ahí empezó la historia.
El entonces delantero del Deportes Quindío se despachó con cuatro goles para sellar un 5-0 que convenció al país de que esta Sub 20 sí tenía con qué, y para comenzar a ser conocido como ‘Hugol’.
Ya dueño de la titular, Rodallega anotó el gol de la victoria 1-0 sobre Perú y abrió el marcador en el 2-0 sobre Venezuela (el segundo fue de Oscar Briceño). Sin embargo, una molestia física le impidió estar en el duelo decisivo frente a Argentina, el que decidiría quién iba a llegar al hexagonal final como líder del grupo. Allí Falcao, entonces una joven promesa de River Plate prácticamente desconocida en Colombia, hizo su presentación en sociedad y puso arriba a la tricolor, pero Peirone selló la igualdad que le dio el liderato a los argentinos gracias a la diferencia de gol.
Colombia cumplía la mitad de la tarea: estaba invicta y clasificada a la final, pero faltaba la prueba de fuego; meterse entre los cuatro primeros, cosa que no sería fácil pues entre los seis finalistas estaban Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. La pelea iba a ser dramática.
El comienzo de una generación dorada
El primer partido de la final fue una avalancha de emociones. Antes de que se cumplieran los primeros 10 minutos de juego Chile vencía a Colombia 2-0, pero un penal bien cobrado por Rodallega permitió descontar para llegar al entretiempo con un 2-1 en contra.
La segunda parte fue memorable. Abel Aguilar empató rápido, pero Chile volvió a ponerse arriba al minuto 64. Rodallega puso las cosas 3-3 tres minutos después, y todo el país se puso de pie para celebrar el 4-3 anotado por Toja en el 79. Colombia tomaba ventaja sobre un rival directo, pero venía Uruguay, herido por un 4-2 sufrido a manos de Brasil, y para enfrentarlo Lara no podría contar con Rodallega, que se había resentido.
Ahí fue cuando Wason Rentería dijo presente y demostró que perfectamente podía tomar el lugar de su compañero como el responsable de los goles del equipo. El entonces atacante del Chicó se lució con un doblete que fue complementado por otro tanto de Aguilar para un 3-1 que dejó a Colombia compartiendo la punta con Brasil.
Precisamente la eterna pesadilla de Colombia, el grande del continente que más veces ha humillado a la tricolor en la historia, era el siguiente rival. Fue un partido a puro drama en el que, si bien Rodallega fue el autor del gol de la victoria 1-0 tras un gran pase de Rentería, las grandes figuras fueron el arquero Libis Arenas y los centrales Cristian Zapata y Carlos Valdés, encargados de neutralizar el temible ataque de la potencia. Fue la primera victoria de Colombia sobre Brasil en juveniles en 17 años y, además, dejó a Colombia clasificada anticipadamente al Mundial de Holanda.
Después de esta marcha triunfal sólo faltaba el título, que se habría conseguido anticipadamente derrotando a Argentina, pero de nuevo la albiceleste de Messi se metió en nuestro camino y el juego terminó otra vez 1-1, con otro gol de Rodallega y el empate de Ezequiel Garay.
Lo peor es que ese resultado le había dado alas de nuevo a Brasil que, después de vencer 2-1 a Chile, necesitaba derrotar a Argentina en el juego definitivo y esperar que Colombia no ganara frente a Venezuela para volver a ser campeón sudamericano juvenil. Ninguna de esas cosas sucedió: los gauchos se reivindicaron derrotando a su eterno rival por 2-1 en una gran noche de Messi, y el equipo de Lara dio la vuelta olímpica después de un 2-0 con goles de Cristian Marrugo y Rodallega, que no sólo fue el goleador del torneo, sino que con once tantos se convirtió en el máximo anotador en la historia del Sub-20.
Ese título significó la cuota inicial de un reencuentro con la esperanza para la afición colombiana después de varios años sombríos de su Selección de mayores, especialmente porque quedó claro que sí había con qué, algo que esperamos que se ratifique ahora, cuando varios de esos campeones de América son la columna vertebral del equipo que brilló en Brasil 2014.
¿Qué pasó con ellos?
Arqueros
Libis Arenas: no logró consolidarse en ningún equipo nacional ni internacional (y eso que pasó por Luqueño, Peñarol y Central Español). Para 2019 hizo pretemporada con Envigado, pero aún no está confirmado.
Carlos Abella: Nacional, Envigado, Bucaramanga, Chicó… sus mejores momentos fueron con el Huila. Hoy dirige la escuela y club que lleva su nombre en Pitalito
Defensas
Cristian Zapata: fue gran figura y capitán en el Udinese italiano, pasó sin pena ni gloria por Villarreal en España y ahora está en el Milan. Hace parte de la Selección mayor con la que disputó dos mundiales
Carlos Valdés: Luego de ser el líder de la defensa del Philadelphia Union de la MLS en Estados Unidos, pasó por Santa Fe y jugó el Mundial de Brasil 2014 con la Selección. Hoy es comentarista en ESPN
Camilo Zúñiga: se convirtió en una gran alternativa ofensiva en el Napoli de Italia y fue figura en la selección mayor que jugó en Brasil 2014. Las lesiones lo retiraron.
Mauricio Casierra: pasó por Estudiantes y Belgrano de Córdoba en Argentina, Millonarios y Cali en Colombia, así como regresó a su Once Caldas de siempre y se volvió a ir a Argentina. En 2019 vestirá la camiseta del Deportivo Pereira.
Luis Gabriel Castro: siguió su carrera en el fútbol centroamericano y se nacionalizó hondureño; ahora está con el Platense de ese país.
Harrison Morales: fue el amo y señor de la defensa en el Deportes Quindío durante muchos años; su último equipo fue Universitario de Popayán.
Volantes
Edwin Valencia: en Brasil se hizo un gran nombre con Paranaense y Fluminense, lo que lo llevó a la Selección en las eliminatorias a Brasil 2014. Las lesiones lo dejaron sin Mundial y opacaron su carrera. Su último club fue Atlético Nacional en 2017.
Harrison Otálvaro: después de trasegar por clubes en Colombia, Argentina y Perú, se fue al fútbol árabe. Está buscando equipo para 2019.
Abel Aguilar: se fue a Europa en donde jugó mucho y en muchas partes, hasta que regresó a su amado Deportivo Cali. Mundialista en Brasil y Rusia, fue un fijo en la Selección de Pékerman. En 2019 jugará con Unión Magdalena.
Cristian Marrugo: gran figura del Tolima, pasó por México sin éxito, pero regresó con todo en al Medellín. Actualmente juega en Millonarios
Freddy Guarín: jugó por Boca Juniors y fue una de las estrellas del Porto, pasó al Inter de Milán en donde llegó a ser uno de los fijos en la Selección, con la que estuvo en Brasil 2014, pero se fue a jugar a China y nunca volvió a ser convocado.
Juan Carlos Toja: ha jugado en Argentina, Estados Unidos, Rumania y Grecia. Lo último que se supo de él fue en el New England Revolution de la MLS hace ya muchos años.
Sebastián Hernández: cambió de equipo casi que por año, lo que le ha impedido consolidarse. En Junior, su actual equipo, se ha transformado en un volante de primera línea con salida.
Delanteros
Falcao García: se convirtió en uno de los delanteros más cotizados del planeta con el Porto portugués y el Atlético de Madrid. Es el dueño de la 9 en la Selección, con la que estuvo en Rusia 2018 y de la que es el máximo goleador histórico a la fecha, y hoy está en Mónaco.
Hugo Rodallega: tras el Sudamericano se convirtió en ídolo y goleador del Wigan de Inglaterra, luego llegó al Fulham y de allí pasó al fútbol turco, en donde se ha consolidado en los últimos años con el Akhisar y el Trabzonspor.
Dayro Moreno: gran figura de Once Caldas y Millonarios, pasó sin gran éxito por Brasil, Rumania y el Junior, se fue al fútbol mexicano con el Tijuana y regresó a Nacional en donde salió por indisciplina a pesar de sus goles. En 2019 jugará en Talleres de Córdoba.
Wason Rentería: tras picos altos y bajos en Brasil y Portugal, regresó en el 2011 a Colombia y fue muy importante en el Once Caldas; luego se fue otra vez a Brasil, fue campeón con Millonarios y buscó fortuna en Argentina y la segunda brasileña. Las lesiones lo han castigado, actualmente está sin equipo.
Oscar Briceño: siguió su carrera en Costa Rica y Venezuela. En Colombia su último equipo en primera fue el Deportivo Pasto.
Alejandro Pino – @PinoCalad
Editor jefe Publimetro Colombia