El pasado 16 de julio, la guardameta colombiana Vanessa Córdoba se convirtió en la primera extranjera en jugar en el fútbol mexicano, la Liga MX Femenil, luego de ser fichada por el Querétaro tras sus destacadas actuaciones con La Equidad (Bogotá) y debutar en el 1-1 frente a Rayadas. Pero no son solo sus virtudes bajo el pórtico las que la han hecho figurar, sino su activismo en busca de mejores condiciones laborales para sus colegas y sus posiciones críticas frente al manejo de dirigentes y el comportamiento de futbolistas hombres.
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“Gente cercana a mí me dice que o me dedico a jugar o soy activista, eso es una idea errónea que hay en el fútbol, sólo quieren máquinas que no piensen. Las futbolistas estadounidenses nos enseñaron que somos más que deportistas, que no por alzar la voz vas a fallar en la cancha”, explicó este sábado a Efe la guardameta del Querétaro mexicano.
Su faceta como activista la llevó a denunciar ante las autoridades colombianas la precariedad que hay en el balompié femenino de su país, en el que la Liga sólo se juega tres meses al año y las jugadoras no viven del fútbol.
“El activismo se volvió mi combustible en el fútbol. Ganar títulos es maravilloso, pero creo que al final alimenta más el ego que otra cosa. El cambio que puedes generar, el legado que puedes dejar, eso sí no tiene precio y es lo que permite levantarme todos los días a seguir dándolo todo”, añadió.
La hija del excancerbero Óscar Córdoba consideró que su activismo la dejó fuera de la selección colombiana que fue a los Juegos Panamericanos Lima 2019, pero eso no detiene su espíritu rebelde, que considera natural en los arqueros.
En México pretende ser una de las voces de la lucha por mejorar las condiciones laborales de las jugadoras, que a su parecer tienen sueldos bajos, necesitan visibilización por parte de los medios de comunicación e inversión de la iniciativa privada con patrocinios.
“Vengo con ese rol, ojalá cada vez más compañeras se unan al activismo, que vean que hay distintas formas de hacer las cosas. Un objetivo mío será quitarles el miedo a hablar“, expresó.
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La oriunda de Valle del Cauca lamentó que los futbolistas colombianos no usen su popularidad para visibilizar y apoyar la equidad de género en el fútbol.
“Imagínate que fueran conscientes del poder que tienen, del cambio que podrían generar, sería maravilloso. Los hombres también necesitan empoderamiento de creerse que son más que lo que hacen en la cancha. David Ospina es mucho más que solo un buen arquero, James es mejor que el 10 que es, pero no lo ven”, comentó.
Córdoba espera que su paso por la Liga mexicana no sólo le sirva para dar su mensaje, sino que la ayude a regresar a la selección colombiana o a fichar por un equipo de la Liga estadounidense.