Hull City, con Óscar Estupiñán en el campo de juego como inicialista, se medía ante el Bimingham City por la fecha 15 de la Championship de Inglaterra. Todo estaba listo para que iniciara el partido; sin embargo, algo insólito iba a ocurrir.
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Antes del pitazo inicial, tuvieron que revisar el arco norte de The MKM Stadium debido a que “algo andaba muy mal”. El problema fue que dicho pórtico estaba más grande de lo normal, por aproximadamente unas dos pulgadas.
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¿Qué pasó después?
De inmediato, enviaron la orden para que trabajadores fueran a ‘achicar’ la zona. Se tuvo que hacer una intervención sobre los postes, mientras el público esperaba con altas expectativas.
Todo un personal calificado, que evaluaba lo sucedido, tuvo que realizar la intervención sobre la portería; a fin de cuentas, el objetivo se cumplió y ya la fiesta del fútbol podía iniciar.
No fue la primera vez que ocurría algo extraño en el fútbol inglés. A primera hora, en el juego entre Leeds United y Arsenal, se detuvo el partido por casi media hora ante problemas de energía.
Aparentemente, el colegiado del partido no recibía la comunicación directa de sus compañeros; además, tampoco había relación directa con los integrantes del VAR. Pese a la ‘rechifla’ del público, el árbitro tuvo que mandar a todo el mundo a sus camerinos respectivos.
