Bayern Múnich se coronó campeón de la Súper Copa de Alemania, pero en la final ante RB Leipzig le sancionaron una falta por la mano más inaudita de los últimos tiempos e incluso una de las más raras de toda la historia. Un jugador devolvió el balón y terminó ganando un tiro libre de costado para los suyos.
La jugada que le da la vuelta al mundo deja en el aire si fue con intención del jugador del Leipzig o si por el contrario fue una casualidad que los terminó favoreciendo.
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A Bayern Múnich le sancionaron una mano absurda
Cuando se jugaban los minutos finales y con el Bayern en ventaja por un gol, 3-4, el canadiense Alphonso Davies salió golpeado y era atendido en un costado de la cancha. Uno de sus compañeros había lanzado el balón a la banda para que lo atendieran.
Leipzig sacó de lateral y el balón le quedó a Dani Olmo que en un gesto de Fair Play trató de devolver el balón a su rival, o al menos eso hizo creer. Dejó la pelota en toda la línea, sin que saliera por completo. Inocentemente, Lucas Hernández se agachó, tomó la pelota con sus manos y fue a sacar.
Sin embargo, el atento juez de línea estaba pendiente y de inmediato levantó su bandera para señalar la mano del defensor del Bayern Múnich y el tiro libre de costado.
Hernández no se creía la mano que le había sancionado, mientras a unos cuantos metros Olmo no perdía detalle a la acción y se fue adentrando al área a esperar el centro, dando muestras de que todo pudo estar planeado.
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¿Sería una jugada premeditada o por el contrario una mera casualidad?
Al final, de poco sirvió la viveza ya que incluso Bayer logró ampliar la cuenta al minuto 98 y se quedó con el título al ganar 3-5.