Un partido de futsal amateur terminó de la peor manera en Brasil cuando el árbitro del encuentro desenfundó un arma de fuego y agredió a varios jugadores en un confuso altercado.
Específicamente en la playa del Cassino, en el estado sureño de Río Grande del Sur, la riña se habría producido al final del encuentro de este miércoles, luego de que el juez presuntamente agrediera a un futbolista del É Us Guri, equipo vencedor, a quien había expulsado minutos antes.
Ante el supuesto ataque, el resto de los integrantes del elenco afectado encaró al magistrado del cotejo, quien no titubeó en sacar una pistola y encañonar a los deportistas que lo increpaban.
La provocación del colegiado, identificado como Mauro, no pasó desapercibida e inició una pelea en la que golpeó a varios deportistas a culatazos y puñetazos.
Y este sábado, fuentes policiales locales confirmaron que el árbitro es un policía militarizado y que las autoridades iniciaron una investigación para verificar posibles delitos de lesiones cometidos por el juez.
Por su parte, el equipo amateur É Us Guri se pronunció ante el episodio, relatando los confusos y violentos momentos vividos al final del partido ante el Gaúcho Guimaraes
“El árbitro sacó su pistola que estaba en la cintura durante todo el partido y agredió a dos atletas de nuestro equipo con culatazos”, denunciaron, todo tras la supuesta agresión a otro de sus jugadores que había sido expulsado.
Los heridos fueron derivados rápidamente a un hospital de la región, donde uno de ellos recibió tres puntos de sutura en la herida y el otro se desmayó en el traslado.
“Nosotros, del equipo É Us Guri, repudiamos el acto del árbitro del partido, quien debería ser la persona que calma los ánimos de todos los involucrados en lugar de tomar esa actitud muy equivocada”, sentenciaron en el escrito, en el que reconocieron que su compañero expulsado “estaba ofendiendo al juez”, pero que “nada justifica dicho acto”.