James Rodríguez quería inspirarse en un partido clave para las aspiraciones del Olympiacos, esto en aras de no perder pisada al Panathinaikos, el líder de la Superliga Griega.
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Ante el AEK Athens, en su fortín, James y compañía debían ganar para no perder pisada; sin embargo, las circunstancias no iban a ser tan fáciles. El cucuteño se iba a consagrar con un gol importantísimo, pero el VAR no se lo concedió, y el árbitro central hizo caso a los encargados de revisar la acción.
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El gol anulado
Resulta que a los 60 minutos, el cafetero se reportaba con un tanto tras un pase desde la izquierda, enviado por intermedio de uno de sus compañeros. Pese a que James hizo su tarea e impactó de zurda a la portería rival, se invalidó el tanto.
En realidad el gol estuvo bien anulado, por parte de la terna arbitral y del mismo sistema de videoarbitraje, puesto que el asistidor del gol estaba en fuera de lugar. Era un ‘off-side’ algo milimétrico, pero al fin y al cabo debía ser ilícito.
La afición se volvió loca y prendió las ‘bengalas’ para celebrar el gol. Lo más increíble fue que no se concretó y el partido se tuvo que suspender por la cantidad increíble de humo.