Nació para estos partidos grandes. Cuando Luis Díaz llegó al Liverpool, el entrenador Jürgen Klopp quiso llevarlo de a poco y solía reservarlo en este tipo de encuentros. Al colombiano le tocaba observar y aprender lo que ocurría en los juegos más relevantes, a la espera de una oportunidad en el banco de suplentes.
Pero el alemán no aguantó la tentación. Partido a partido, Luis Díaz le fue torciendo la voluntad a su técnico y a este no le quedó otra que ponerlo como titular en las grandes citas. Ninguna tan grande como la rivalidad inglesa entre Liverpool y Manchester United, la que paraliza a todo un país.
Cierto es que los Diablos Rojos no atraviesan su mejor momento de la historia, pero sigue siendo el más encopetado de Inglaterra. Por eso, aparecer en este juego era graduarse de titular indiscutido en los Reds. Ahora tenía que demostrarlo en la cancha y solo seis minutos le demoró marcar en Anfield.
A pase de Mohamed Salah, el mejor jugador de la cancha, Díaz anotó entrando por el segundo palo y abrió lo que terminaría en goleada para el Liverpool, nuevo líder de la Premier. Desde ahí, no hubo equivalencias entre los acérrimos rivales. El egipcio anotó el segundo gol y el partido casi estuvo de más.
Pero no para Lucho. El guajiro tenía otra cuenta pendiente y era aplacar los rumores de rivalidad tóxica con Sadio Mané. Qué mejor manera que asistiendo al senegalés para que este marcara el 3-0 del partido. Luego de ello, Klopp decidió que Díaz merecía aplausos y lo sacó para que Anfield Road lo homenajeara.
La goleada la rubricó Salah, con otro gol de antología, picándosela al portero David De Gea. Liverpool pudo seguir de largo, pero el 4-0 le bastó para darse una fiesta y celebrar, de paso, el liderato de la Premier League. Ahora es el turno del Manchester City, que saldrá a escena este miércoles ante el Brighton, sabiendo que de ganar recuperará la cima de la Premier.
Será un cabeza a cabeza hasta el final por el título inglés, pero tras la llegada de Díaz, parece que el Liverpool tiene la carta ganadora y remata mejor la temporada. La fe está intacta en Anfield, todo lo que necesitan es a Lucho.