El mejor partido del planeta fútbol, en la actualidad. Jürgen Klopp definió al Manchester City vs. Liverpool como una cita similar a aquellos épicos encuentros de tenis entre Roger Federer y Rafael Nadal, por el grado de excelencia. Ahora, en el partido que todo el mundo quería ver, chocaron en Etihad Stadium por la Premier League.
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Y en la cartelera, un colombiano. Luis Díaz se metió en las marquesinas del mejor partido del mundo, aunque esta vez le tocó arrancar sentado en el banco de suplentes. El DT prefirió a Diogo Jota por delante de él, pero el guajiro mal no estaba observando el juego que todos querían ver desde un sitio preferencial.
Mientras aguardaba, vio cómo el Manchester City se adelantaba de manera merecida en el marcador. En apenas cinco minutos, Kevin De Bruyne abrió la lata con un remate de zurda, que con desvío previo superó a Alisson Becker. Estábamos a las puertas de un partidazo.
En el primer tiempo, por momentos fue baile. El City jugaba en sexta velocidad, mientras que a los Reds parecía no alcanzarle la quinta marcha. No obstante, se las arreglaba para llevar algo de peligro y en un momento de lucidez, los de Anfield armaron una jugada que definió Jota para el empate parcial.
No era justo para los dirigidos por Pep Guardiola, pero el fútbol no conoce de merecimientos. Sin embargo, los Citizens no bajaron el pie del acelerador y continuaron generando ocasiones de gol, consiguiendo la recompensa con el tanto de Gabriel Jesús. Primer tiempo celeste, que bien pudo terminar en goleada, pero al final solo fue 2-1.
Con vida, Liverpool cambió el aire en la segunda mitad. Mientras Díaz esperaba para entrar, con los mismos los Reds comenzaron a dominar. Con envíos de derecha a izquierda, Mohamed Salah y Sadio Mané comenzaron a carburar y así llegó el 2-2, cortesía del senegalés.
El City decidió jugar al contragolpe y, aunque lo sabe hacer, no pareció la mejor decisión. El viento cambió y, más allá de un gol anulado a Raheem Sterling, comenzó a mandar el Liverpool. Entonces fue el momento de Luis Díaz, quien al minuto 70 saltó a la cancha.
Aunque lo intentó, no pesó demasiado en el partido y el empate no se rompió. En la última, Riyad Mahrez tuvo un mano a mano, pero se fue por arriba del travesaño. El mejor partido en el mundo del fútbol no defraudó y habrá Premier hasta el final.