El último boleto a cuartos se disputaba en Turín. A priori, la Juventus era muy favorita ante el Villarreal, pero los partidos hay que jugarlos. Esta Vecchia Signora no era invencible ni mucho menos, aunque con Juan Guillermo Cuadrado en cancha había garantía de ataques.
El colombiano fue el capitán del equipo bianconero, que había sacado un empate como visitante. De local, las Cebras arriesgaron más, aunque eso no fue garantía, ni mucho menos, de clasificar. En el primer tiempo, las mejores fueron del equipo italiano, insuficientes para el gol tan necesario. Los españoles soportaron y sabían que algo les daría el partido en el complemento.
Allí, Villarreal se sacó la lotería. Primero con un penal que necesitó asistencia del VAR. Gerard Moreno anotó con algo de suspenso y el Villarreal daba el gran golpe. La Vecchia Signora se lanzó por el empate, pero en la contra estaba por perder la eliminatoria.
También en la pelota parada, donde Pau Torres marcó en el segundo palo y la Juventus no supo marcar. Triunfo más que corroborado para el Submarino Amarillo, a diez minutos del final.
Pero faltaba la cereza del postre: Villarreal lo liquidó con un nuevo penal, ejecutado por el neerlandés Arnaut Danjuma. Baile en la casa de la Juventus, el día que Cuadrado fue capitán.