En apenas un mes, Luis Díaz se ganó los corazones del Liverpool. El guajiro pasó de ser un refuerzo simpático a ser titular indiscutido de los Reds, incluso en un partido final como fue la definición de la Carabao Cup ante el Chelsea.
PUBLICIDAD
Con 90.000 personas en Wembley, Luchito partió por izquierda, integrando el tridente de lujo junto a Mohamed Salah y Sadio Mané. Sin complejos, el guajiro la pidió e inquietó en todo momento al defensor por derecha, Trevoh Chalobah, quien estuvo a maltraer todo el primer tiempo gracias a la habilidad del colombiano.
En un partido intenso, Chelsea y Liverpool empataban sin goles al terminar la primera mitad, pero no por eso era un mal partido sino todo lo contrario. Acciones de gol tuvieron unos y otros, pero los porteros estuvieron sensacionales, sobre todo el senegalés de los Blues, Edouard Mendy. Por ello se fueron al descanso igualados a cero.
La intensidad jamás bajó, tampoco en el segundo tiempo. Díaz continuaba en cancha, complicando a la defensa del Chelsea, aunque en el primer tiempo tuvo más protagonismo. Energía le sobraba, sobre todo para gritar el 1-0 que conseguía el camerunés Joel Matip, tras asistencia de Mané. Liverpool se quedaba con la Copa de la Liga, pero el VAR intervino y anuló el gol por injerencia de Virgil Van Dijk, quien estaba en posición adelantada.
El partido se encaminaba a un alargue inevitable y allí Díaz continuaba siendo importante. Tanto así que Jürgen Klopp prefirió sacarlo a Mané antes que al guajiro, algo que demostraba los galones que está consiguiendo Luchito en tan poco tiempo.
Cuando el tiempo expiraba, el partido se rompió. Ambos equipos tenían ocasiones de gol, pero tanto Mendy como Caoimhín Kelleher, portero de los de Anfield, evitaban que se abriera el placar en Wembley, con 90.000 personas en las tribunas. Tras seis minutos de adición, todo igualado y a la prórroga.
Allí, Díaz se fundió. El colombiano salió a los pocos minutos de comenzar el alargue, sustituido por Divock Origi. El partido continuaba empatado sin goles, pero el viento soplaba más a favor del Chelsea que del Liverpool. Incluso hubo un gol anulado a Romelu Lukaku que dejó muchas dudas.
El cero no se rompió y todo se definió en los tiros penales. El DT del Chelsea, Thomas Tüchel, lo sacó a Mendy y lo puso a Kepa Arrizabalaga, portero experto en atajar penales. Sin embargo, en una extensa tanda de penales, ninguno falló hasta el turno de los porteros, cuando Kepa, el que entró para atajar, falló su penalti y el Liverpool se consagró campeón. Luis Díaz campeón.